no dejes que te impongan a quien querer

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jueves, 22 de enero de 2009

Algunos mitos


"La homosexualidad es una enfermedad
Todavía la gente ignorante afirma que la homosexualidad es una enfermedad mental. Esto no es cierto, después de muchos debates a través de los años, las ciencias de la salud humana y social han concluido lo contrario: la homosexualidad es tan natural como la heterosexualidad y es un comportamiento sexual sano.
Es así como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación de Psiquiatría Americana, han excluido la homosexualidad del catálogo de enfermedades desde la década de los ochenta.
La homosexualidad no es nada de lo que alguien deba avergonzarse, no es un vicio ni una depravación y no puede ser considerada como una enfermedad.

“La homosexualidad es un pecado”
Los Gays se aman y también aman a los demás. Cristo jamás condenó el amor entre dos personas del mismo sexo. No hay argumentos en el evangelio que aseguren que la homosexualidad sea un pecado. En cambio Cristo sí llamó la atención a los hipócritas, a los mentirosos y a los intolerantes. Existen estudios bíblicos que refuerzan lo contrario como la admonición de Pablo a los romanos, el consejo de Pablo a los Corintios, la introducción a Timoteo, David y Jonatán. Lo que es pecado es la homofobia, es decir el odio y la intolerancia hacia los homosexuales. La homofobia es una enfermedad social que se cura con información y respeto a los derechos humanos.

“La homosexualidad es un crimen”
Esto es algo que todos los Gay debemos conocer, no existe ninguna ley en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (2000) que condene la homosexualidad. Ningún Gay puede ser detenido ni privado de su libertad por ser homosexual. El libre desarrollo de la personalidad y el derecho a la igualdad están consagrados en nuestra Constitución Nacional, por ende son derechos que tenemos y debemos hacer respetar. Ser homosexual no implica agredir ni violar los derechos de los demás.
Además, nuestra nación ha firmado tratados internacionales sobre protección de los derechos humanos, en los cuales se ha concluido que, cuando las leyes se refieren a la no discriminación por “sexo” también incluye la no discriminación por “orientación sexual”.

“La homosexualidad va en contra de las leyes de la naturaleza”
En innumerables especies animales, existen relaciones de macho con macho y hembra con hembra, por lo tanto afirmar que la homosexualidad es antinatural no es cierto. El estudio de Kinsey sobre la sexualidad masculina demostró que más de la mitad de los hombres investigados habían tenido, en el transcurso de su vida, al menos un orgasmo con personas de su mismo sexo. Los datos mundiales dicen que entre el 3% y el 10% de la población de occidente está conformada por homosexuales, ademas la OMS excluyó esta orientación de la lista de enfermedades.

“La homosexualidad es sinónimo de promiscuidad”
Para mucha gente, el Gay es sinónimo de persona que tiene muchos compañeros y relaciones sexuales. Esto no es verdad, los hombres Gays involucramos en nuestras relaciones de pareja: afecto, amistad, imaginación, ternura y dignidad. La discriminación y la intolerancia de la sociedad y las familias hacia los Gays, ayudan a que las relaciones de pareja con personas del mismo sexo puedan ser más cortas. Si no existiera tanta intolerancia, las parejas de HSH podrían tener una validez social y el reconocimiento de sus derechos civiles, que les permitiría tener más estabilidad. Científicos como el Psiquiatra Álvaro Villar Gaviria de la Universidad Nacional de Colombia, proponen la legalización de la unión entre personas del mismo sexo, como una cuestión vital y saludable.

“El SIDA es una enfermedad exclusiva de homosexuales”
Es una enfermedad muy común entre quienes practican sexo sin protección. La epidemia del SIDA surgió en la población heterosexual de África. En América y Europa en homosexuales, y debido a la homofobia existente en algunos países, se conceptualizó como una enfermedad de los HSH. Afortunadamente, el número de casos de SIDA entre los HSH está disminuyendo en muchos países, porque los Gays se convencieron de que es posible vivir una sexualidad saludable, segura y en pareja.

”Todo hombre que se viste de mujer es homosexual”
Muchas personas cuando observan a un hombre vestido de mujer creen que ésta es la forma como los homosexuales expresan su comportamiento. Pero, lo que ignoran es que existen hombres que disfrutan el vestirse con ropas de mujer y esto les produce placer (travestís), y no son homosexuales, en cambio manifiestan sentirse heterosexuales, sólo que les atrae vestirse con ropas del sexo opuesto. La inmensa mayoría de los HSH y gays usan ropas de hombre, se comportan como tal y pasan desapercibidos en la comunidad, en fin son personas como cualquier otra.
También, existen otros hombres que prefieren a otros hombres, que desean vivir como personas del sexo opuesto, incluso estando conscientes de su naturaleza de hombre, a estos le llamamos “transgéneros”. Algunos de ellos pueden tener el deseo de querer cambiar de sexo, esto requiere tiempo de reflexión y vivencias para al final llegar al cambio definitivo, por medio de intervenciones quirúrgicas especializadas y asistencia psicológica, a ell@s también les podemos llamar “transexuales”.
Pueden haber ocasiones en que algún hombre se viste como mujer, vive y actúa como ellas, para una situación particular o actuación, en ese momento este hombre se transforma para percibir algún beneficio o ejercitar algún papel, a estos les conocemos como “transformistas” y el ejemplo más común son aquellos actores cómicos de la televisión que representan papeles femeninos, y no suelen ser homosexuales.

Enfermedades de transmición sexual

Con el motivo de prevenir cualquier tipo de enfermedad por transmición sexual dentro de nuestra comunidad, hemos propuesto facilitar estas informaciones, para vivir una plena y sana sexualidad.

No es necesario ser asumidamente gay o lesbiana, basta con haber mantenido relaciones sexuales con alguien para correr riesgo de tener alguna de estas.

Para ellos
Para ellos II
Para ellas
Para ellas II